El agua es finita, dijo en una oportunidad un arquitecto, intentando explicar sus reiterados fracasos en el intento de impermebilizar una azotea (obviamente, lo de finita se refería al espesor y a la obstinación del agua por avanzar por algún lado, y no a su naturaleza de agotable).

Siguiendo esa estrategia del agua, un grupo de estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social de la UNMdP, disconformes con los contenidos de la materia denominada “Economía Social” en su carrera, que -según dicen- se limitaba a “enseñar introducción a la economía y elementos de micro y macro economía, lejos de acercarse a la construcción de conocimiento referida a la Economía Social y Solidaria”, y “repensando que lo que nos motiva a ser trabajadores/as sociales es la preocupación por el otro y que el día a día nos demuestra que la economía capitalista tiende al individualismo y a la fragmentación de los lazos sociales, decidimos cursar en la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la misma Universidad la materia optativa Económica Social y Solidaria para el Desarrollo Regional”. En dicha materia, “de carácter interdisciplinario y con amplia visión hacia la economía social y solidaria, la experiencia de cursada fue totalmente enriquecedora. Los profesores y las profesoras presentaron la posibilidad de participar en proyectos de extensión que articulaban con cooperativas, ferias y escuelas de la ciudad de Mar del Plata, realizando desde la cátedra varias capacitaciones y conferencias por parte de profesionales y de actores de la economía social y solidaria que comparten sus saberes y experiencias. Por otro lado, proponen como trabajo final el diseño de una propuesta de política pública orientada hacia los proyectos de extensión atravesada por tres ejes: género, medio ambiente y educación. También se problematizan conceptos como Estado, políticas públicas y sociales, economía, procesos asociativos, feminismo, entre otros; abriendo al debate de las diferentes disciplinas.”

Y agrega: “Como estudiantes de la Licenciatura en Trabajo Social entendemos que nuestro ejercicio profesional se encuentra atravesado por múltiples determinaciones, lo cual lo torna complejo y contradictorio, ajeno a cualquier posición unilateral. Aspectos teóricos, políticos, económicos, culturales, ideológicos y legales confluyen en la configuración del Trabajo Social, otorgándole un carácter social e histórico particular. En este marco, referirse a la Economía Social y Solidaria conlleva, además, el esfuerzo por una comprensión histórica del contexto latinoamericano en general y el entramado argentino en particular; la delimitación clara de sus contenidos particulares; y el compromiso teórico, ético y político con la transformación de la realidad en pos de la construcción de un modelo social inclusivo.”

Finalmente concluyen que “resulta totalmente necesario llevar adelante la Reforma de nuestro Plan de Estudio en la Facultad de Ciencias de la Salud y Trabajo Social de la UNMDP, donde hace varios años estudiantes y docentes están trabajando para lograrlo, y llevar adelante la efectiva homologación y cambio de contenidos de la materia Economía Social.”

Más información: Fatima Alvarez aalvarezfatima@gmail.com