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La economía popular frente a la pandemia CODIV-19. Informe sobre la situación de vendedores/as callejeros en la Ciudad de Buenos Aires
El Observatorio de Economía Popular, Social y Solidaria (OEPSS) de la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA informó sobre la situación de este sector de trabajadorxs durante la pandemia.
En su primer informe “La economía popular frente a la pandemia CODIV-19. Informe sobre la situación de vendedores/as callejeros en la Ciudad de Buenos Aires”, el OEPSS se propone “mostrar la situación en la que se encuentran miles de trabajadores/as de la economía popular dedicados a la venta callejera en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (CABA) ante la medida de aislamiento social, preventivo y obligatorio, decretada el 20 de marzo de 2020, para afrontar la pandemia del COVID-19”.
Asimismo analiza “las estrategias de atención de las necesidades de este grupo de trabajadores y trabajadoras”, afirmando que “el modo de abordaje de dichas estrategias se encuentra atravesado por un conjunto de supuestos que sitúan a estos/as trabajadores como objeto de la asistencia social, relegando su lugar como sujetos laborales y productivos”.
Como agravante de la situación de vulnerabilidad, la actividad está sujeta a un “conjunto de regulaciones dispersas que tienden a criminalizar a los/as vendedores/as callejeros/as y a excluirlos/as de la posibilidad de formalizar su trabajo y, de ahí, acceder a las distintas prestaciones de la seguridad social. La venta callejera en la Ciudad es definida como un problema que atañe al ordenamiento del espacio público y mayormente es considerada una actividad ilegal y desleal que merece ser reprimida”.
Más allá de las políticas públicas, el trabajo busca estimular la formulación de “nuevas preguntas acerca de las formas en las que la organización popular le hace frente a las desigualdades que esta pandemia hace cada vez más visibles”, identificar los principales problemas que estxs trabajadorxs están enfrentando durante las medidas de aislamiento y proponer algunas potenciales vías de resolución para mejorar su situación actual.
Finalmente, se plantea que resulta crucial “el trabajo articulado entre el sector científico-tecnológico, las organizaciones de representación de los/as trabajadores/as de la economía popular y el Estado”.