Comunicado de la Red Universitaria de Economía Social Solidaria

En la Argentina atravesamos uno de los momentos más complejos de nuestra historia, y seguramente uno de los más difíciles de la etapa democrática iniciada en 1983.

Aunque la situación actual no es comparable con la tragedia de 1976, verdadero punto de inflexión que inició en nuestro país el derrumbe estructural del Estado de Bienestar, la etapa actual presenta semejanzas con los 3 anteriores ciclos de endeudamiento (dictadura, menemismo, macrismo), agravadas por la mercantilización de todos los ámbitos de la vida en sociedad, la fragmentación política, la privatización de la asistencia social y la coagulación de una desigualdad incompatible con la democracia.

Episodios similares acontecen en otros lugares del mundo, donde es posible identificar el desenlace de prolongados procesos de conflicto y fragmentación social -con o sin episodios bélicos- que desembocan en la tribalización y el retroceso hacia formaciones pre-estatales, especialmente en zonas de interés estratégico, ya sea por su localización geográfica o por la riqueza de sus “recursos naturales” (o ambas).

Este escenario está produciendo efectos devastadores en la sociedad en general y en el sistema universitario en particular, con una exacerbación del individualismo, la competencia y el “sálvese quien pueda”.

Este contexto presenta desafíos para el campo de la Economía Social, Popular y Solidaria, entre los que nos parece necesario promover la fortaleza y la homologación social de las prácticas económicas con lógicas asociativas, solidarias y cooperativas como embriones de “otra economía” basada en la ampliación de derechos hacia las diversas formas del trabajo.

Desde las Universidades ratificamos la necesidad de fortalecer la organización de la comunidad, articulando los distintos niveles del Estado con las organizaciones sociales, partidos políticos, universidades y otras instituciones.

Pero sobre todo queremos impulsar estas reflexiones de cara al futuro, profundizando las discusiones sobre “lo común” y la producción de satisfactores no mercantilizados, como criterio superador de las lecturas reduccionistas en clave de mercado.

Desde nuestro lugar de universitarixs adherimos a lo manifestado por nuestrxs rectorxs acerca de la crítica situación de las universidades públicas, y comprometemos nuestro esfuerzo para revertir las políticas que atacan tanto el derecho a estudiar como el derecho de la sociedad a disponer de los resultados de la “investigación y conocimiento generado en las universidades y el sistema científico”, como lo menciona la declaración del Consejo Interuniversitario Nacional del 21/2/24.

Marzo de 2024

Coordinación RUESS